En
ambiente de mucha unidad, de búsqueda por rescatar nuestra tradición religiosa
paraguaya y sobre todo el sentido de solidaridad y
reencuentro entre vecinos, se desarrolla la primera competencia denominada “La Navidad une a las familias Hernandarienses”, en el marco del proyecto Brilla Mi Ciudad,
emprendida por la Fundación Paraguay y la Municipalidad local.
La noche
del jueves el abogado Mario Castillo, intendente municipal de la ciudad,
acompañado de funcionarios del área de turismo de la comuna local y Ricardo Candia
Estrago y su equipo de trabajo realizaron el recorrido por la siete capillas
que forman parte de esta iniciativa que busca, además, rescatar nuestra
tradición paraguaya en la frontera, afirman los organizadores.
Las
capillas que participante son: San Cayetano,
San José, Rosa Mística, San
Lorenzo, Jesús de la Divina
Misericordia, Nuestra Señora de Fátima y Caacupemi. En cada comunidad los
vecinos demostraron mucha dedicación y creatividad en el rescate, en la versión de los abuelos y abuelas, de
cómo se construían los pesebres en sus épocas.
Este es
el caso de doña Mercedez Matoza, que juntos a sus nietos y vecinos se
encargaron de darle vida al pesebre de la Capilla Divina Misericordia, ubicado
en el barrio Puerto del Sol. “Antes no existían
las luces y nada parecido y lo utilizábamos para darle iluminación al pesebre
la vela hecha en aquella época de cebo de vaca. Muchos que ya llegaron a ver a
nuestro pesebre preguntan porque no esta el niño y yo les comento que la imagen
recién se coloca en los primeros minutos del 25 de diciembre día en nace el
niño Dios. Así siempre se hizo, solo eso fue cambiando con el tiempo”, comenta.
La
serenata en al pesebre esperando la llegada del niño Dios, es otro de los
aspectos que rescata. “Nosotros preparamos la serenata, representado en un niño
y una niña, vestidos con ropas típicas del Paraguay, frente a una pequeña
fogata y mate de por medio, cantando los villancicos. En nuestro casó
preparamos la versión en guaraní de Din Din Don”, añade al explicar a la comita
visitante los demás detalles que hace al pesebre de esta capilla.
REECUENTRO.
El primer
gran objetivo esta cumplido comenta Ricardo Candia, presidente de Fundación Paraguay, impulsor del proyecto
Brilla Mi Ciudad, iniciativa que insta a los municipios cabeceras de Alto
Paraná a adornar sus plazas, calles y avenidas.
“Es una experiencia sumamente rica. El hecho de que se haya logrado que
los vecinos se reúnan y se ayuden mutuamente, en familia, para armar los
pesebres se logró el gran objetivo que era justamente eso, unir a la comunidad
en torno de algo tan nuestro como el pesebre”, comentó.
Dijo que
en cada capilla visitada la noche del jueves, recorrido que se inició cerca de
las 19 y concluyó cerca de la media noche, se pudo observar el espíritu
solidario y cristiano del paraguayo, transfiriendo la cultura paraguaya a las
nuevas generaciones. “En todos los lugares que visitamos nos invitaron a
disfrutar de un rico clerico, chipa guazú, el tradicional mazamorra hecho a
base de granos de maíz, que esa delicia que tiene nuestra comida típica”.
Destacó
la creatividad. Mencionó el caso de la pesebre de la Capilla San Lorenzo donde
el pesebre tenía animales vivos como el gallo y una cabra.
PREMIACIÓN.
La gran
noche de premiación será el 28 de diciembre en frente a la Municipalidad de
Hernandarias. “El premio a los mejores pesebres serán entregadas la noche del
Festival Brilla Mi Ciudad”, informó Candia.
Al
respecto el intendente municipal, Mario Castillo, señaló la comuna instauró
premios para la parroquia ganadora al mejor pesebre tradicional paraguayo. El
ganador ganará la suma de 15 millones de guaraníes y para la segunda ubicación
el premio será de 5 millones de guaraníes, que será entregas a las parroquias
participantes.
“Creemos
que esta época del año debe servir unir a la familia. En este contexto estamos
realizando una competencia, entre todas la capillas de los distintos barrios
buscando la casa que tiene el pesebres mas tradicionales”, explicó.
El
intendente dijo que en el recorrido realizado se rememoró la Navidad antigua
cuando la llegada de esta época del año era todo un acontecimiento. En cada
rancho campesino se montaban el pesebre con el ka´avore´i de nuestros campos,
símbolo de la selva paraguaya, arbustos de pequeñas hojas siempre verde con el
que se armaba el pesebre.