Proponen crear Consejo Asesor de la Agricultura Familiar

En el cierre del taller de análisis sobre Reforma Agraria Integral (RAI), las organizaciones plantearon la necesidad de una instancia que afiance la instalación de una política para la producción de alimentos en las fincas rurales.

Para llevar a la práctica la idea, las organizaciones campesinas, el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) y el Ministerio de Agricultura (MAG) acordaron la realización de un congreso nacional para validar todas las líneas de acción emprendidas por el Gobierno para avanzar hacia la Reforma Agraria Integral. La decisión fue tomada en el último día del seminario taller realizado en Coronel Oviedo, departamento de Caaguazú.

Esta instancia tendría como responsabilidad el seguimiento de los planes del Gobierno orientados al arraigo de las comunidades rurales. En ese contexto, se plantea inicialmente la instalación de tres niveles de seguimiento del plan alimentario, el primero de los cuales estaría en los propios asentamientos campesinos, en tanto el segundo sería departamental y el último, nacional. La meta es instalar el Consejo entre enero y febrero del próximo año.

Previamente, los representantes de organizaciones nacionales, regionales y locales escucharon los planes de acción para el 2012 diseñados por el Indert, el Ministerio y la Secretaría de Acción Social (SAS), en el marco de los Lineamientos  estratégicos para una política de Reforma Agraria Integral y Desarrollo Rural Territorial.

Andrés Wehrle, viceministro de Agricultura, refirió que el Programa de Producción de Alimentos (PPA) se inició hace un año con un enfoque diferente, que comienza desde la selección misma de los técnicos para el trabajo en los asentamientos. El criterio aplicado es el de estadía permanente de los mismos en los lugares para garantizar la efectividad de la tarea, con el control regular de los mismos agricultores.

Debe advertirse, asimismo, que los trescientos asentamientos asistidos dentro del proceso de Reforma Agraria Integral están recibiendo servicios varios e infraestructura, a los cuales se suma la necesidad de consolidar la seguridad y soberanía alimentaria, único modo de lograr el arraigo, el cual también requiere la incorporación de una visión productiva de cadenas de valor.

Wehrle se refirió también al enfoque de desarrollo territorial, que implica un trabajo interinstitucional desde el Estado con acuerdos con los empresarios del agro de las áreas de influencia para garantizar la responsabilidad ambiental.

A su turno, Juan Manuel Gamarra, director de Programas y Proyectos de la SAS, explicó que de las 93 mil familias asistidas por la institución, un 40 por ciento corresponde a la población atendida por la Reforma Agraria Integral.

El panel de exposiciones sobre los planes 2012 finalizó con la intervención de Marciano Barreto, titular del Indert, quien reiteró su predisposición al diálogo con todos los sectores, en especial con el campesinado organizado, para la construcción de un modelo de Reforma Agraria que garantice el verdadero desarrollo de las comunidades.

Aprovechó para expresar su postura acerca del rol de las organizaciones rurales, cuya “firmeza en la defensa de sus derechos” valoró, advirtiendo sin embargo su desacuerdo con las posiciones “radicalizadas que alientan la confrontación violenta”. Dejó en claro que “decimos sí al dialogo para buscar el consenso, el acercamiento; en eso estamos.

Tenemos una actitud de apertura, de escuchar a todos los sectores. Reconocemos, no obstante, que es difícil situarse en el punto medio. Si nos sentamos con los grandes productores, nos dicen que estamos de su lado, mientras que si lo hacemos con los campesinos organizados nos acusan de bolivarianos. Siempre hay una interpretación un poco tendenciosa de nuestras acciones, en función de con quienes nos sentamos a dialogar. Sin embargo, seguimos firmes en esa línea porque sabemos que, de otra manera, no podemos acordar, no podemos gestionar una verdadera Reforma Agraria”.

Dijo también que desde que llegó al Indert, “asumí que solo no puedo llevar adelante la Reforma Agraria; necesitamos el compromiso de todos los poderes del Estado, porque asumimos que somos instituciones complementarias, con funciones, jurisdicciones y competencias definidas, que debemos cumplir. Y solo si lo hacemos como corresponde podremos alcanzar resultados altamente cualitativos, que impacten sustancialmente en la calidad de vida de las comunidades del campo”.