Ministro ratifica apoyo a industrias durante visita al Alto Paraná

El ministro de Industria y Comercio, Luis Castiglioni, se encuentra desarrollando una agenda de trabajo en el departamento del Alto Paraná. En esta primera jornada, incluyó visita a industrias, así como reuniones con directivos y propietarios de empresas productores.

Castiglioni permanecerá en el este del país hasta el viernes 17, acompañado de los viceministros Francisco Ruiz Díaz y Estefanía Laterza, de Industria y de la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex) del MIC, respectivamente.

En ese contexto, hoy mantuvo reuniones en el distrito de Nueva Esperanza, con los propietarios y directivos de Industria Paraguaya de Alcoholes Sociedad Anónima (Inpasa), que se constituye en la mayor fábrica de biocombustibles de toda América Latina.

La producción anual de esta empresa asciende a 436 millones de litros de etanol y utiliza el 20 por ciento de toda la producción de maíz cosechada en el país.

Se trata  de una industria sostenible, ya que emplea unas 600 toneladas/día de residuos de biomasa (bagazo, cascarillas de arroz y residuos forestales), los cuales anteriormente representaban un inconveniente en materia de desecho, almacenamiento y conservación.

Esta fábrica de biocombustibles se encarga de proveer más del 60 por ciento del etanol que requiere el mercado nacional, provisión que se da a través de emblemas privados como la Copetrol, B&R, Petrobras, Puma, Esso y otras empresas como Monte Alegre y Alcopar.

La inversión total realizada por la empresa paraguaya es de USD 430 millones, con capital 100 por ciento paraguayo y dispone de dos fábricas que están instaladas en la Ciudad de Nueva Esperanza y  en Guayaibi, departamentos de Canindeyú y San Pedro, respectivamente.

En su proceso de expansión regional se ha instalado en Brasil, en tres plantas industriales que se encuentran en Sinop y Nova Mutúm ambos en el estado de Mato Grosso y el tercero en Dourados, estado de Mato Grosso do Sul, todas ellas pertenecen al Grupo paraguayo Inpasa.

Para este efecto, varios técnicos y profesionales paraguayos, entre ellos técnicos de planta e ingenieros, tuvieron que trasladarse al Brasil a fin de capacitar a los nuevos operarios de dichas plantas.