Brasileño dice que no vio nada y que solo escucho los disparos

Gilmar Wagner

Cada vez es más complicada entender la historia que gira entorno al caso que terminó con la vida de un niño de 4 años la noche del domingo último en Ciudad del Este. Ayer se presentó el brasileño que supuestamente vino en la patrullera de Interpol la noche en que ocurrió el hecho. En su declaración ante el juzgado dijo que no “vio” nada.

  

Se trata de Gilmar Wagner, de 40 años, un morador de Santa Rita que fue procesado por robo agravado, pero terminó sobreseído.  El brasileño entre en escena a partir de la de declaración de los 5 agentes policiales involucrados en el procedimiento irregular. Todos declararon ante el Ministerio Público que un brasileño estaba como demorado en el vehículo de Julio Cesar Arévalos.

Más confusión.

En lo que no hay coincidencia es en el nombre del brasileño detenido esa noche.

Los agentes de Interpol sostienen que se trató de Gilmar Wagner,  mientras que Julio Cesar Arévalos Amarilla sostuvo que fue Marcos Alexandre Dos Santos, alias Nei, con orden de captura internacional por varios hechos delictivos.

Ayer, el abogado Luís Giménez, quien en la noche del lunes pasado se presentó como abogado de Interpol y firmó el acta judicial de reconocimiento de personas como anticipo jurisdiccional de la prueba, presentó a Gilmar Wagner como su cliente para ser escuchado por el juez penal de garantías Adolfo Genes Espínola y la fiscala Graciela Ortíz, en el marco de una declaración testifical como anticipo jurisdiccional.

Gilmar denunció amenazas de muerte, así como el abogado Luís Giménez.  El brasileño dijo que estaba esposado y agachado durante todo el trayecto, sentado en el asiento trasero en medio de dos policías, mientras que otro conducía el automóvil blanco.