Rechazan intensión de Aduana de culpar a las fronteras por baja recaudación
“Cuando se desconoce la realidad de la frontera en su conjunto, es mejor no opinar”, señaló Tony Santamaria, presidente del Grupo de Trab...
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“Cuando se desconoce la
realidad de la frontera en su conjunto, es mejor no opinar”, señaló Tony
Santamaria, presidente del Grupo de Trabajo Empresarial, Fedecamaras al salir
al paso de las expresiones vertidas por Rocio Vallejos, titular de la Dirección
Nacional de Aduanas, que busca responsabilizar a los importadores de las
ciudades de frontera por la baja recaudación registrada el año pasado.
“El volumen de venta no solo
depende de factores internos del país. Se debe entender que se depende mucho de
la capacidad de compra de nuestros principales clientes, que son los
brasileños”, manifestó Santamaria al asegurar que la sola reducción de
impuestos a artículos destinados para la venta en las ciudades de fronteras, no
garantiza el aumento de las recaudaciones del fisco, al señalar que la cuestión
es mucho más compleja.
El empresario señaló que las
expresiones de Vallejos es poco feliz y totalmente
irresponsable al pretender cargar a los importadores de las fronteras, el hecho
que Aduana no haya alcanzado su meta de recaudación, tal como señaló la
funcionaria en un suelto periodístico publicado en el diario de circulación nacional.
“La cuestión es muy clara. No
porque se bajen los impuestos, inmediatamente aumentaran las ventas. Ojala
fuera así de simple, el tema es mucho más complejo. Seguimos dependiendo de los
compradores brasileños. Si no hay ventas, no se puede aumentar el nivel de
importaciones y con ello las recaudaciones del fisco. Es totalmente
irresponsable acusar a las fronteras porque la Aduana recaudó menos. Si no hay importaciones, es
porque no hay ventas y eso está ligado la crisis global, que afecta a nuestro
principales compradores que son los brasileños”.
Recordemos que los consumidores
brasileños, además de estar endeudados por la fiebre de las tarjetas de crédito
que se observo el año pasado, la moneda brasileña, el real, sigue devaluado ante dólar lo que beneficia el consumo interno
brasileño y encarece las compras en el exterior.
La medida adoptada por el
gobierno a pedido de los empresarios, buscaba mantener precios competitivos, es
decir mantener de alguna manera la oferta, más no se puede hacer. “Nosotros
también esperamos vender más en el 2012, pero lastimosamente no fue así. Somos
los principales afectados”, sentenció al señalar que dejar sin efectos los
decretos de reducción de impuestos, solo complicará más la situación en las
fronteras.