Vecinos del barrio Fátima celebraron la navidad con pesebre viviente

PDTE. FRANCO.  Con mucho entusiasmo y dedicación por séptimo año consecutivo, vecinos del barrio Fátima de Presidente Franco cerraron la navidad en familia con la representación teatral del pesebre viviente, en la residencia de la familia Amarilla.

Esta actividad -que tiene por objetivo rescatar el verdadero sentido de la Navidad- contó con la participación de 20 personas de todas las edades.

La idea de realizar un pesebre viviente surgió del vecino Genaro Amarilla, con el apoyo de su familia y de vecinos del sector. Hace siete años se realizó la primera edición y esperan repetirlo por muchos años más.

"Nosotros estamos muy contentos de que cada año se pueda realizar el pesebre, fundamentalmente porque es una forma de reencontranos todos los vecinos de esta cuadra", comentó Amarilla.

"Al principio, el pesebre surgió como una idea mía y de mi señora, porque siempre me gustó hacerlos y hoy junto a los vecinos del barrio cada año va cobrando mayor fuerza. En total, entre chicos y grandes, somos 20 personas aproximadamente", explicó.

Amarilla se encarga de las tareas de la organización, desde el montaje del pesebre hasta la coordinación de los integrantes del elenco.

"El vestuario lo tenemos resuelto porque cada año utilizamos el mismo, con algunos retoques. Mi esposa se encargó de confeccionarlo. Es sencillo, pero muy lindo", completó.

REENCUENTRO. La actividad moviliza y une a los vecinos de la avenida Mariscal Estigarribia, con el que se cumple uno de los principales objetivos de la iniciativa, que es reencontrar a las familias que profesan la religión cristiana católica en el barrio.

En sí la representación está basada en la historia de la Natividad de Jesús descripta en los Evangelios que comienza en la Anunciación y culmina con la visita de los Reyes Magos.

"El pesebre que hacemos está basado por supuesto en el relato bíblico: comienza con todas las luces apagadas recreando el momento en el que el ángel Gabriel anuncia a la Virgen María del nacimiento de Jesús, el viaje de María y José a Belén, la llegada al pesebre, el nacimiento del Niño y la visita de los Reyes Magos. En total dura aproximadamente entre media hora a cuarenta minutos, una hora diez minutos, y es muy emotivo", adelantó.

"Para nosotros esto ya es tradicional. La representación teatral de la natividad de Jesús, nos hizo descubrir talentos. Gran parte del elenco, alguna vez hizo de niño y bueno esperamos que un nuevo bebé para diciembre del año que viene", menciona entre risas don Amarilla.