Lamentable falta de limpieza y mantenimiento de viaductos de CDE

Basura de todo tipo, excremento humano y  olor a orín es el panorama con el que se encuentran los que desean utilizar los uno de los dos viaductos ubicados sobre la ruta internacional número VI, Gaspar Rodríguez de Francia a la altura del kilómetro 1, en la zona conocida como ex rotonda Oasis, acceso al microcentro comercial de Ciudad del Este, Alto Paraná.  

Las dos estructuras de hierro y hormigón armado fueron construidas con el aporte de la comunidad china y  entregadas a la Municipalidad local, en la década del 90, para su mantenimiento y cuidado. 

Las estructuras fueron elevadas en respuesta a la necesidad de los peatones de contar con estos pasos, para evitar los peligros cruces sobre la ruta VII, debido al gran flujo de vehículo que ya se registraba hace 20 años, hecho que se complico mucho más con el bum de las compras de vehículos japoneses vía Chile.

A la falta de limpieza, le sigue la urgente necesidad de reparar las barras de protección que son de metales y que con los años, el sol y la lluvia fueron corroídos y hoy ya representa un peligro para la seguridad de las personas.   Es evidente la total ausencia de la Municipalidad en su tarea de limpieza y mantenimiento.

“Ahora no van a decir que es persecución política. A esta gente le críticas y te dicen que todo es político, es mas siempre luego están en campaña, pero en fin. Esto esta así hace rato y  la intendenta (Sandra McLeod) debe hacer algo para evitar accidente y por favor limpiar un poco esa inmundicia”, comentó Jorgelina Benítez, vendedora ambulante.

ATENCIÓN. 

La trabajadora señaló que la escena es lamentable y pidió a las autoridades municipales hacer algo al respecto. “Yo todos los días uso este viaducto y ya me encontré con cada situación. Es por eso que se tiene que ver la forma de cómo controlar, porque la gente las utiliza como escusado. Hay que decir, la gente es puerca lamentablemente. Viene se baja el pantalón como si nada y hacen sus necesidades a plena luz del día”, añadió.

Señaló que a pesar de que ella que conoce el lugar y que todos los días lidia con esa realidad,  aún así le sigue causando repulsión.  “No me imagino la impresión que se llevarán esas  personas que por primera vez llegan a la ciudad y quieren cruzar la ruta VII por este viaducto y al subir se encuentran con la desagradable sorpresa”.

NO ES NUEVO.

Otro vendedor ambulante, que también es habitúe de la zona, mencionó que el problema no es nuevo y que en más de una oportunidad denunciaron la situación a los funcionarios encargados del área de limpieza de la comuna local.

“En más de una oportunidad se tuvo que traer a los bomberos y con la presión de los bombas se tuvo que limpiar, porque para los obreros municipales la misión ya resultaba casi imposible. Un tiempo queda limpia, pero como nadie controla los desubicados vuelven a hacer de las suyas en la escalera”, comentó por su parte Roque Sanabria, trabajador de la vía pública.