Buscan controlar casos de tuberculosis y SIDA en cárceles del país

Con el fin de reforzar los programas sanitarios en las penitenciarías del país, principalmente en materia de prevención y control de la tuberculosis y el sida, se desarrolló este viernes un  taller participativo para la elaboración de las propuestas de acción.

Esta iniciativa es encarada por el  Ministerio de Justicia y Trabajo, a través de la Dirección General de Salud de Establecimientos Penitenciarios, en forma conjunta con el Programa Nacional de Tuberculosis.

El director general de Salud de Establecimiento Penitenciarios, doctor Roberto Corbeta, manifestó que se viene realizando un diagnóstico en las penitenciarías para detectar los casos de tuberculosis y el sida,  y para combatir las enfermedades.  En tal sentido, habló de la necesidad de ampliar el presupuesto para el año que viene para esta área 

Explicó que las personas que padecen de la tuberculosis requieren de un trato especial, por lo que se necesita de mayores recursos.  “Una vez detectada la enfermedad, las personas deben ser aisladas para realizarles un tratamiento adecuado y cuando se encuentren en condiciones capacitarlos para la reinserción social y hacerles un seguimiento a su proceso de recuperación”, señaló.

Mediante la serie de talleres que se viene desarrollando se analizan las posibles medidas a ser adoptadas para erradicar la enfermedad en las penitenciarías.  El proyecto de mejoramiento de la asistencia sanitaria en los penales prevé la instalación  de centros asistenciales en los penales, una atención integral a los afectados por la enfermedad,  así como un programa de capacitación de funcionarios, directores, internos y familiares de los privados de libertad.

La iniciativa, que cuenta con la participación de la ONG Alter Vida, se realizó en el marco del Acuerdo Intersectorial participativa hacia una intervención sustentable y el acceso universal para la protección de la TB en el Paraguay con énfasis en poblaciones indígenas y personas privadas de libertad. Este programa tiene el apoyo del Fondo Mundial, que está cooperando desde el año 2010 en el fortalecimiento de las acciones sanitarias en la población penal.