“El Refugio": trabajan en la recuperación y rehabilitación del adicto
El Centro de recuperación y rehabilitación de adictos que funciona en las instalaciones del refugio, incluyó un programa de capacitación ...

Puerto Iguazú, Argentina. (LVC) Las tareas coordinadas por la Asociación Libres al Fin, a cargo de Mariana Canteros, se realizan en el centro a ubicado en el predio del Barrio Santa Rita llamado El Refugio, sobre la Avenida Republica Argentina. Actualmente trabajan en la recuperación de enfermos adictos y el tratamiento ofrecido es llevado a cabo por el pastor Armando Fuentes, de la Iglesia Rey de Reyes Tiempo de renovación de Moreno en Buenos Aires.
El pastor llegó a Iguazú para ayudar a las hermanas que están a cargo de la Asociación, es un alcohólico recuperado que estudió teología y se inclinó por la pastoral más delicada de todos, porque afirma que la falencia principal en la sociedad para tratar la problemática, está en la familia y es donde se debe comenzar a trabajar para contar con un buen sistema de prevención, “trabajar con los sectores más difíciles de nuestra sociedad. Porque en realidad trabajar solo en la punición de la adicción, no se resuelve el problema de la droga, que en definitiva resulta ser un problema espiritual. Todo lo que hagamos de bueno en la sociedad para evitar que los chicos caigan, deberá ser promocionado, porque es una problemática que llegará a la puerta de nuestras casas cuando menos lo esperemos, nadie está libre ni exento de ella”, comento el Pastor aLavozdecataratas.
El tratamiento ofrecido a los que voluntariamente quieran recuperarse dura aproximadamente de doce meses basado en doce pasos de convivencia, “lo primero que hay que ver es si el chico quiere recuperarse, porque a veces de forma impulsiva la familia nos acerca al chico enfermo, pero muchas veces este no quiere recuperarse. La internación tiene que ser en este lugar absolutamente voluntaria y solo cuando el chico se dé cuenta que no puede seguir más con esa situación y es por eso que primero realizamos una evaluación previa a la internación”, agregó.
Los pasos de convivencia que deberán ser respetados son, levantarse a las seis de la mañana, participar de un devocional bíblico todos los días, leer la palabra de Dios durante el día, estar higienizado siempre, junto a su vestimenta e indumentaria para el trabajo. No hablar del pasado, no se puede hablar con códigos tumberos, no se deberá fumar, “estas son algunas de las instrucciones que se les da y si las aceptan, podrán quedarse. No imponemos la religión a nadie para que se quiera curar, pero hacemos hincapié en la necesidad de esa persona de contar con amor, la palabra de Dios y el crecimiento integral de la persona. Solo así se lograra el cambio verdadero”.
Desde su instalación y hasta la fecha cuentan con dos casos de menores recuperados de la adicción al crack, Leandro de 18 años y Daniel de 16, ambos oriundos de Iguazú, explicaron coincidiendo que la forma en la que se iniciaron en la adicción resulto ser a una temprana edad y por medio del cigarrillo, “el que fumaba era del grupo el más “capo”. Yo tenía 10 años cuando ya tomaba, fumaba y para hacerlo me escapaba de la escuela, hasta que me invitó un pariente una piedra. Fumaba de vez en cuando con él y para poder comprar más, nos llevaba a robar”, recuerda Leandro.
El joven de 18 años, recuperado hace casi un año de las adicciones. Sufrió una puñalada en el cuello, hace pocos meses atrás. El agresor fue una persona a la que había robado una vez, para drogarse. Hoy Leandro, trabaja, tiene un hijo de pocos meses y una esposa, a la que piensa darle una casa, que construirá con sus propias manos, “no puedo pagar para que me la hagan, pero con mi trabajo y esfuerzo podre construirla yo, es lo primero que quiero hacer”, comentó.