Obispo insta a recuperar los valores familiares

Durante la Fiesta de la Virgen de Ca'acupé, Santa Patrona de la Parroquia del Barrio 23 de octubre, Monseñor Livieres recalcó en su mensaje que la prosperidad de una sociedad surge de las familias bien constituidas y de las que se forman en los valores.

“Dios bendice las familias constituidas sobre el sacramento del matrimonio y no las que se unen libremente en concubinato”, dijo el Obispo en  ocasión de la fiesta de la Solemnidad de la Inmaculada ante la comunidad reunida en torno a la Madre Santísima.

Los fieles, con muestras de sinceros sentimientos de piedad y devoción, estuvieron participando de la Santa Eucaristía, dando gracias por los beneficios que recibieron durante el año.

Mons. Rogelio explicó que el dogma de la Inmaculada Concepción representa un misterio de fe que consiste en que la Madre de Dios fue preservada desde toda la eternidad del pecado original, que como futura Madre de Dios, el Padre quiso, decidió e hizo de María una criatura pura, para que en su seno se forme el santísimo cuerpo de Jesús.

En la fiesta de la Virgen, el Obispo comunicó a los participantes, que la Conferencia Episcopal Paraguaya decidió tres años a la familia, porque “el futuro va ser lo que son nuestra familias. Si nuestra es un desastre, el futuro también va ser un desastre”, sostuvo.

El sacramento del matrimonio debe ser el fundamento de la unión entre el hombre y la mujer que deciden formar una familia. El Obispo insistió en que las parejas deben casarse y formar una familia. “Dios bendice las familias constituidas en el matrimonio, no en concubinato. Cásense, quién les va a retar. ¿El sacerdote? No, el sacerdote les va recibir con un corazón gozoso”, refirió. Del mismo modo enfatizó el Obispo que “el sexo sólo es legítimo en el matrimonio”.

Mons. Rogelio remarcó que el matrimonio únicamente puede constituirse entre el hombre y la mujer y nunca entre personas del mismo sexo, porque atentan contra el mismo Creador y se convierte en una aberración. “Desgraciadamente la homosexualidad siempre existió, pero no podemos pretender que las uniones homosexuales se vuelvan un derecho”, insistió.

“Tenemos que manifestarnos a favor del matrimonio cristiano entre el hombre y la mujer, fomentar la cultura de la vida y oponernos severamente al aborto y a la eutanasia”, recalcó el Obispo. El sacramento del matrimonio da la capacidad para que una familia sea santa siguiendo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret.

“En esta fiesta de la Virgen, tenemos que tomar el firme propósito de rechazar el Marco Rector propuesto por el MEC y festejar el día de la Virgen con la idea clara de hacer cosas buenas y queridas por Dios en nuestras familias”, puntualizó el Obispo.

Para finalizar, el Obispo reiteró que la Iglesia dedicará tres años para dar una catequesis fuerte, para poder potenciar los valores familiares y brindar un espacio de seria reflexión acerca del valor del matrimonio para construir una sociedad sana y cimentada en Dios.

FUENTE: Diócesis de Ciudad del Este