Indert ya entregó casi G. 5.000 millones para impulsar proyectos productivos

Un grupo de seis organizaciones campesinas recibió más de G. 600 millones, en una nueva transferencia de recursos financieros destinados a promover la seguridad alimentaria de las familias campesinas.

El Indert realizó una nueva transferencia de recursos para financiar  proyectos productivos y de desarrollo rural por un valor de 615 millones de guaraníes. Los cheques fueron entregados a seis organizaciones campesinas, y corresponden al 60 por ciento del total de fondos que recibirá cada una, en virtud de convenios firmados con la institución.

El presidente, Marciano Barreto, aprovechó el momento de distribución de los cheques para reiterar que su gestión está embarcada en lograr que la institución se “oriente verdaderamente hacia el desarrollo rural”. Enfatizó, en ese sentido, que se encuentra empeñado en “potenciar el trabajo productivo cooperativo, basado en la ayuda mutua y la solidaridad, de manera a combatir la pobreza, a través de la puesta en ejecución de proyectos productivos con las propios actores de las comunidades rurales”.

Las organizaciones beneficiarias de la transferencia de fondos son: Centro Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Populares (CNOCIP), que recibió 139 millones; la Asociación de Pequeños Productores Agrícolas del Alto Paraná (APPALPA), con 30 millones; la Organización Campesina de Misiones (OCM), con 177 millones de guaraníes. Así también, la Asociación de Productores Agrícolas e Industrial Tava Guaraní (APAITGA) y la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas (Conamuri), que recibió 108 millones.

Al acto asistieron dirigentes campesinos de las organizaciones, el presidente del Indert, Marciano Barreto, y su equipo técnico integrado por Silvestre Aquino, gerente financiero, y César González, director del Fondo de Inversiones Rurales para el Desarrollo (FIDES). Las organizaciones campesinas valoraron el aporte del Indert, ya que ayuda a promover la seguridad y soberanía alimentaria entre las familias del campo. Esto supera el mero asistencialismo porque ayuda a las familias a buscar salir de la pobreza por sí mismas, encarando iniciativas de producción para mejorar su calidad de vida.